En dicimbre de 2012 publiqué este escrito en el comienzo de una experiencia sencilla, plena y gratificante. Hoy reedito la nota porque a cinco años vista, el Tequila está más inspirador que nunca. Si bien otras marcas lideran los Premios y Desafíos, como Casa Noble, Casco Viejo, la pasión es la misma. Veamos que decía en aquel momento...
Aunque el calendario Maya parece concluido, existe una
eternidad de tequila por beber. A la salud tuya y mía digo que si no tienes
listo un set para disfrutar de esta bebida, busca un momento libre y piensa en construirlo.
Cortá un pedazo de madera de alguna puerta o lo que sea para usarlo de
bandeja, conseguí un par de botellas, no te olvides del Cointreau para
unos cócteles vasos, copas, lima, sal, hielera, cuchará, cuchillo,
mandarinas,
palta… En todas las Navidades hemos pensado en comer, aumentar kilos y
cocinar primores
con lechón, pollo y otras animalidades. En tiempo de Reyes, Domas, Folklores, Rock y vacaciiones, es posible seguir fortificando al cuerpo
y al espíritu, pero desde otro lugar y pensando en
otras alternativas.
Y elijo esta bebida... Bueno, porque un sorbo de Tequila se parece a un
trago político-académico-turístico. De hecho que no te sentirás en Jalisco, ni
en Casa de las Américas, pero un chisguete con real identidad, sol, mar e
historia, puede que se parezca a beberse los recuerdos de Pancho Villa, Agustín
Lara o David Siqueiros. Por años hubo quienes responsabilizaron al Tequila de
cualquier mala decisión. Basta. Unos tragos de Tequila se parecen a un momento
con delincuentes conocidos. Podría resultar peligroso, pero también muy divertido.
Te digo que ha quedado atrás eso de dispararse una medida de
tequila, lamerse la sal y chuparse el limón. Incluso el mito del gusano en la
botella y la fuerza que uno adquiere al comérselo es cuento viejo. No es que
quiera prohibirlos, pero hay un mundo Tequila de playa o noches en tu patio para
atravesar con cientos de maneras el umbral de los sabores. Basta con pensar en poner en una coctelera una
medida generosa de Tequila plateado, un toque de Cointreau, el toque clásica de
lima, un par de cascos de mandarina exprimida y vamos. Hoy es tan interesante
un Paloma (Tequila, ) como tan inquietante un Vampiro (Tequila Reposado, jugo
de tomate, apio licuado con pizcas de tabasco, pimienta negra, mucha lima y más
de hielo). Representa todo un viaje probar Tequila Blanco o Plateado (claro y sin
envejecer, embotellado luego de su destilación); Tequila Joven u Oro (con diferentes
colorantes y saborizantes que se agregan antes de embotellarse, incluye la mezcla de tequila blanco con
tequila envejecido); Tequila Añejo (envejecido durante al menos un año, y por
lo general entre uno y tres años); Tequila Reposado (envejecido en madera durante más de 2 meses y
años en la madera no superior a 12 meses) y Tequila Extra Añejo ( se definió en
2005 y requiere que el tequila ha sido envejecido durante al menos tres años).
Por supuesto
que hay un ranking anual de los mejores
Tequilas anuales. Aunque en Argentina el único fácil de conseguir es el
convencional José Cuervo, inclusive
cuando el mundo está en crisis y nosotros parece que somos los únicos en
pie. Pero con $ 300 en la mano es posible comenzar a acceder a Tequila
3 Amigos Blanco, que la crítica definió con aromas de agave cocido, el humo
leve, y un toque de mantequilla y vainilla en el sabor inicial que se dulce y a
menta. El cuerpo está en equilibrio con sabor a agave y termina con un acabado
metálico calentado, y un postgusto especiado largo. O de lo contrario a Tequila
Casa Noble Cristal, Tequila Agave Dos Mil; Tequila Don Julio; Tequila Patrón
Silver; Tequila Agave Underground; Tequila Suerte, Tequila 1800; Tequila
Ochenta y Ocho; Tromba Tequila Blanco; algunos definidos como una verdadera
fuente de calor espiritual y fuertemente herbales, otros con las notas cítricas
que corresponden al trago. En el final consigno algunas direcciones ineludibles
para armarse de un buffet Tequila (www.aquariva.co.uk www.agavedosmil.com www.donjulio.com www.drinksuerte.com y www.tequilatromba.com ) y digo como el
gran autor mexicano José Alfredo Jiménez, “Si después de sentir tu pasado / me miras de
frente y me dices adiós / te diré con el alma en la mano / que puedes quedarte
porque yo me voy”. Sí, me voy a prepararme un Tequila. Salud Mis Amigos.