
Esquizofrenia le otorgó a Sonic Youth la indiscutida condición
de grupo avant-garde, avant-noise, amos y señores del ruidismo rockero, fundadores de un linaje y estirpe que luego
ostentaría con grandeza bandas como My Bloody Valentine y Dinosaur Jr. El tema
es el ensamblado definitorio de una canción ruido con una canción pop. Y el
resultado es inquietante, espeluznante e intenso. Algunos críticos afirman que es en el próximo
disco “Daydream nation” cuando la banda se convierte en el insoslayable y en
producto necesario ´para definir lo alternativo e independiente. Yo digo que
eso se consigue con este álbum “Sister”.
El disco tiene momentos que estructuran todo el futuro del
grupo y una forma de hacer rock en los diversos caminos de la exploración, de
las actitudes, de la producción de la música y de cómo aparecer en la industria
de la música y de la cultura. Esos momentos llevan por caso nombres como Catholic
Book, que suena como si un muchacho demente atravesara una pared de vidrio y de
ruido en el congreso de la nación mientras tratan la partidización de la
Justicia. En estos temas la banda define sus temas construidos como si fueran
un concierto de sirenas desmadradas en un mar de petróleo, como un regimiento
de motos acelerando hasta fundir motores, como un volcán de riff en erupción. Otro
instante lleva por título Tuff Gnarl, y ruge como si fuéramos encaramados en el
techo de un vagón de subte.
Luego de “Sister” la banda Sonic Youth liderada por Thurston
Moore editó una docena de álbumes cuyo último es The Eternal (2009). Esa foja
de servicios ha generado miles de comentarios, muchos de ellos como expresión
de críticas celosas de comentaristas que sienten que la banda deja de
pertenecerles porque alcanza a más ayotes. Esa bisagra para muchos comienza con
el álbum Goo (1991), cuando firman contrato con una multinacional y se advierte
que el grupo abandona el agrio sendero de la locura y gira hacia un campo dulce
de melodías. Goo tiene temas impresionantes como Disappearer. Pero hoy no tiene relevancia esa
perspectiva. En cambio me parece interesante elegir este disco por lo que
sucede en nuestro tiempo. No para vincularlo al poco deseable proceso político
argentino en su rompecabezas republicano, sino más bien para describir un profundo
sentimiento de locura y nihilismo que hay en “Sister” como el que se desliza en
las calles de nuestra querida realidad.